Hoy vamos a preparar un bizcocho con los sabores y olores de antaño, con canela y matalauva, «el bizcocho de la abuela». Hecho con ingredientes muy nuestros como el aceite de oliva, el ajonjolí, la canela, la matalauva o anís según de donde me estés leyendo. Así que manos a la obra y vamos a hacer un viaje al pasado.
Para empezar vamos a aromatizar el aceite de oliva para suavizarlo un poquito. Ponemos el aceite de oliva en una sartén y dejamos que coja calor. Cuando ya esté caliente le añadimos la matalauva de golpe, movemos un poquito, inmediatamente apartamos y dejamos enfriar. Se puede hacer también con el aceite de oliva crudo, sin calentar y sin aromatizarlo previamente. Sale también muy rico, pero yo prefiero no omitir este paso.
Mientras se enfría el aceite seguimos con la receta. Ponemos el horno a precalentar a unos 180 grados. Batimos los huevos y el azúcar con una batidora de varillas o con un robot hasta que los ingredientes se conviertan en una mezcla blanquecina y hayan aumentado su volumen.
En el siguiente paso añadimos al batido de huevos y azúcar el ajonjolí, la canela, la matalauva, el yogurt, el aceite aromatizado frío que habremos colado previamente y volvemos a mezclar.
Aparte mezclamos los ingredientes secos la harina, la levadura y la sal en un bol aparte. Tamizamos y acto seguido añadimos a la mezcla que hemos preparado anteriormente y volvemos a mezclar.
Ya tenemos la masa lista y solo nos queda hornear nuestro bizcocho con canela y matalauva, para ello preparamos primero el molde. Yo he utilizado un molde desmontable, he forrado con papel de horno la base y engrasado los bordes. Este tipo de bizcocho también queda bien en un molde rectangular.
Mezclamos 4 cucharadas de azúcar con 1 cucharadita colmada de canela y reservamos.
Ponemos la mitad de la masa en el molde y espolvoreamos con la mezcla de azúcar con canela. Volcamos el resto de la masa encima con mucho cuidado y volvemos a echar el azúcar con canela por toda la superficie de nuestro bizcocho de la abuela. Por último, aunque esto es opcional, se le puede poner unas nueces por encima.
Introducimos el molde en el horno a 180 grados y horneamos durante unos 30 minutos. Como ya sabéis el tiempo que os indico es orientativo ya que puede cambiar según cada horno. Para comprobar si está listo, lo mejor es vigilar el bizcocho y si creemos que está, comprobamos pinchándolo con un palito de brocheta. Si este sale limpio es que el bizcocho de la abuela está listo.
Sacamos del horno y dejamos enfriar antes de servirlo.
Un bizcocho suave y de sabor muy tradicional de nuestro recetario. Espero que os haya gustado y os animo que lo probéis.
¡Hasta la próxima!
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