Seguro que a muchos de ustedes os ha pasado alguna vez lo mismo que a mi, llega la hora de la merienda y te dices; «ahora me comía unas magdalenas». Voy corriendo a ver la receta y tengo que hacer magdalenas para un regimiento y en realidad lo que quieres es hacer magdalenas caseras para dos o tres. Está la opción de dividir los ingredientes en partes proporcionales, pero siempre queda la duda de si lo hemos hecho bien o no. Bueno pues aquí os traigo una regla muy, pero que muy fácil de memorizar y es la la solución para preparar justo las magdalenas caseras que queremos y no las que tenemos que hacer a la fuerza, veréis qué fácil y que rápido le vais a coger el rollo.
Para preparar unas magdalenas caseras, las de toda la vida, sólo necesitamos huevos, harina, mantequilla (puede ser margarina o aceite de girasol, puesto a utilizar aceites, yo prefiero girasol que es de sabor neutro), sal, levadura química, azúcar y opcionalmente si quieres un poco de aroma de vainilla o azúcar de vainilla.
Aquí va la regla:
Pesamos el huevo (sin cascara) yo suelo usar huevo L por lo tanto, sin cascara suele tener un peso de 59-60 grs. Así que pesamos 60 grs de cada uno del resto de los ingredientes, la harina, la mantequilla, (margarina o aceite) y el azúcar más una pizca de sal, el aroma y media cucharadita de levadura, eso es todo.
Con un huevo salen 6 magdalenas caseras, a partir de ahí haced vuestro cálculo cuantas magdalenas vais a necesitar.
Cascamos el huevo, lo pesamos y de seguido separamos la yema de la clara. Ponemos la yema en un bol donde vamos a prepara la masa y la clara en un vaso de batidora para montar más tarde. Derretimos la mantequilla y dejamos enfriar, teniendo en cuenta que no vuelva a solidificarse, o sea que se mantenga liquida aún.
Cogemos el bol con la yema, le agregamos el azúcar y mezclamos con unas varillas hasta conseguir una textura semejante a una crema, esto tarda unos minutos. El siguiente ingrediente es la mantequilla y si el aroma de vainilla es liquido, lo ponemos también. Volvemos a mezclar hasta que todos los ingredientes estén integrados.
Cuando volvamos a tener una crema homogénea vamos a añadirle la harina tamizada, que previamente habremos mezclado con la levadura y la pizca de sal. Mezclamos bien hasta conseguir una masa uniforme. Montamos las claras de huevo y se la agregamos a la masa. Esta vez, con una cuchara o con la lengua de silicona con movimientos envolventes, no con la batidora.
Una vez tengamos la masa terminada procedemos a rellenar las cápsulas de papel que habremos untado con un poco de aceite o mantequilla derretida. Rellenamos las cápsulas solo una 2/3 parte y espolvoreamos las magdalenas caseras con un poco de azúcar.
Introducimos en el horno que habremos precalentado a 200 grados, luego bajamos a 180 grados y horneamos durante unos 15-20 minutos. Es mejor que estéis vigilante ya que el tiempo depende de cada horno.
El olor que sale del horno es increíble, si ganas tenia antes de preparlas, ahora es que ya ni os imagináis. Bueno, una vez horneadas las magdalenas caseras se sacan del molde y se dejan enfriar, mientras preparamos el té o el café.
En menos de media hora tenéis vuestras magdalenas caseras recién hechas tiernas y esponjosas, simplemente deliciosas.
Espero que os haya gustado.
¡Hasta la próxima!
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