
Vamos a empezar pochando la cebolleta, para ello la picamos en daditos y la introducimos en una olla con un chorrito de aceite de oliva. Dejamos a fuego lento hasta que esté casi transparente.
Cuando la cebolla esté en el punto deseado le añadimos el tomate triturado.

Justo a continuación le añadimos el dado de caldo de carne, muy poquita sal porque el dado de caldo ya lleva algo y media cucharadita de orégano. Yo he decidido aromatizar el tomate con orégano pero a la salsa napolitana también le va muy bien la albahaca.
El secreto de una buena salsa napolitana radica en que hay que dejar cocinar a fuego lento durante aprox. 1 hora y media, sin prisas pero sin dejar de mover de vez en cuando para controlar que no se asiente en el fondo.
Si antes de terminar la salsa vemos que está demasiado seca le echamos unas cucharadas de agua y que siga a fuego lento.

Pasados el tiempo probamos y si es necesario rectificamos de sal. Ahora probad ustedes mismos y veréis que simple y que buena.
Así que paciencia y nada de prisas, el tomate contra más tiempo esté cocinado mejor sabe.
¡Hasta la próxima!
No Replies to "Salsa napolitana"