Roscos de vino

En muchas cocinas ya se empiezan a oler aromas de canela, miel, almendras en fin a cositas dulces para los días de Navidad que se avecinan.  Aunque no hace falta meterse en faena,  ya que podemos encontrar todo lo que nos apetezca en los negocios, pero siempre nos gusta desempolvar esa receta de la abuela que, por su olor, nos hace recordar tantos momento inolvidables de nuestra vida. Además os aconsejo mantener esa tradición sobre todo por estas fechas, es un legado que podemos dejar a nuestro hijos, que no cuesta nada y que ellos también recordarán con cariño.

Bueno pues hoy os propongo que preparemos Roscos de vino, los vamos a preparar con un vino muy delicioso, Pedro Ximenez. La receta original es con vino dulce de uva Moscatel, pero hoy me voy a dar el capricho de hacerlos con mi vino dulce favorito.

Para empezar cubrimos una bandeja, apta para hornos, con papel de hornear. Yo suelo utilizar la que viene con el horno, que es amplia para esparcir bien la harina y precalentamos el horno durante unos 10 minutos a 180 grados. Pesamos las harina y el sésamo (ajonjolí), mezclamos las harinas y tamizamos sobre la bandeja. Es importante que la tamicemos las harinas,  pues con ello eliminaremos todos los grumos que pudiera tener y se tuesta mejor. Bueno pues una vez tamizada le añadimos el sésamo, mezclamos con la harina y metemos en el horno. El tiempo de tostado suele ser entre 20 – 30 minutos, eso depende de cada horno. A veces incluso es poco y hay que dejar un poco más en el horno.  

Durante el tostado de la harina y el sésamo en el horno cada, 10 minutos más o menos, la moveremos para que el tostado sea lo más uniforme posible.  Mientras esperamos el horneado, machacamos el anís en un mortero y reservamos hasta que lo necesitemos.

Aqui os dejo una foto para que podais comprobar el tostado de la harina atráves de la diferencia de color con la harina cruda. 

Cuando la harina se haya terminado de tostar, sacamos del horno y dejamos enfriar.

Roscos de vino 3

Una vez que la harina esté fría mezclamos con los ingredientes secos, el    azúcar glas, el anís y la canela.

Luego añadimos la manteca de cerdo, que tendremos a punto pomada (temperatura ambiente) y el vino.  Cuando echéis el vino, aconsejo siempre dejar un culín atrás y añadirlo sobre la marcha, si la masa está muy seca. A veces ocurre que dependiendo del secado o del tipo de harina queda la masa pegajosa y tenemos que añadir más harina. De este modo controlamos la textura de la masa.

Mezclamos primero ayudandonos con una cuchara y luego con las manos. Si queremos, también se puede mezclar con un robot, pero no es necesario.

Mezclamos hasta que tengamos todos los ingredientes bien mezclados y una masa que no se pegue en las mano. Si fuese necesario le añadimos un poco de harina hasta conseguirlo, a mi no me hizo falta. Una vez tengamos la masa lista la envolvemos con film.

Dejamos reposar  la masa en la nevera durante aproximadamente unos 20 minutos.

Pasado el tiempo de reposo, cortamos un trozo de masa y lo ponemos entre dos laminas de film. Con esto podremos estirar mejor la masa sin que se pegue el rodillo. Estiramos hasta conseguir el grueso que más nos guste, el habitual para los roscos de vino está entre 1 cm y 1,5 cm.

Para hacer el rosco no hay que complicarse mucho. Existen en el mercado cortapastas que ya vienen con el tamaño y el agujero del rosco, pero también se puede hacer con un cortapastas normal y luego un descorazonador de manzana hacer el agujero. Yo he cogido un tarrito de yogur la lechera que tiene, para mi gusto, el tamaño perfecto y el descorazonador de mazanas para el agujero, como podéis ver en la foto salen perfectos. Los recortes se vuelve a amasar y seguimos haciendo roscos hasta que nos quedemos sin masa.  Los roscos los vamos poniendo sobre la marcha en la bandeja de horno que habremos cubierto con papel de horno.

Mientras le damos forma a los roscos de vino volvemos a precalentar el horno a 180 grados. Terminados todos los roscos y el horno caliente, metemos la primera bandeja y horneamos durante 10 minutos. 

Muy importante:  Os habla la voz de la experiencia. Aunque os parezca que no estan hechos sacad los roscos de vino del horno y probad. Si se dejan más tiempo de la cuenta se endurecen. Tambien deciros que los roscos de vino son algo más duros que los mantecados, para que no cunda el pánico. 

Ponemos en una fuente honda el azúcar glas y con los roscos de vino aún calientea (ojo no recién sacados, esperar un par de minutos) colocamos los roscos boca abajo primero y luego los vamos cubriendo con el azucar glas, yo me ayudo con unos palitos chinos, son perfectos.  De esta forma se pega el azúcar al rosco de vino. 

Dejamos enfriar del todo y ya tenemos nuestros deliciosos roscos de vino con Pedro Ximenez listos. Se conservan perfectamente envueltos en papel de seda y en un recipiente hermético. 

Os animo a que los preparéis, son increibles y acompañados de té, café o con una copita de Pedro Ximenez son una verdadera delicia.

Felices fiestas a todos y hasta la próxima!