Aunque el invierno ya llegó a su fin, gracias a Dios, un buen puchero siempre es bienvenido en la mesa. Hoy vamos a preparar un buen puchero que no solo nos va a calentar las tripas si no que también podemos congelar y cuando nos apetezca sacarlo para utilizar como sopa de picadillo.
Por supuesto, y no es necesario decir que hay muchas variantes de puchero, este es el mio y el que siempre he comido. Así que ahí va.
Enjuagamos bien la carne de pavo y le quitamos las plumas y grasas que nos pueda quedar, con la ternera hacemos lo mismo. Enjuagamos bien y le retiramos cualquier exceso de grasa que pueda tener.
El hueso, la costilla y el tocino lo dejamos un rato en agua para que quede limpio y se le vaya toda la sal en cual han estado conservando.
Llenamos la olla de agua hasta 3/4 de su capacidad e introducimos en el agua fría las carnes, el hueso, la costilla y el tocino además del apio que lo habremos limpiado de hebras y enjuagado.
Mientras empieza la olla a hervir preparamos los garbanzos, que hemos tenido en remojo durante toda la noche. Digo preparar porque yo introduzco los garbanzos en una bolsa especial ello. Esto me da más control sobre los ellos y los retiro de la olla en cuanto estén tiernos y así tampoco los tengo que buscar a la hora de servir por el fondo de la olla.
En el caso de no utilizar la bolsa, es muy importante de conocer bien la presión de nuestra olla, si es muy rápida no introduciremos los garbanzos hasta casi el final.
Pues repasamos: llenamos la olla de agua fría hasta 3/4 de su capacidad, introducimos las carnes, los huesos, el apio y cuando empiece la olla a hervir introducimos la bolsita de los garbanzos. Ahora dejamos aproximadamente durante 15 minutos a fuego fuerte, pasado este tiempo se habrá puesto el caldo algo blanquecino pero la carne aún está dura, así que cerramos la olla y dejamos unos 5-10 minutos.
Os repito lo mismo que en otras recetas, el tiempo lo he calculado en mi olla que es super rápida, pero cada cual conoce la suya. Si no vamos a utilizar una olla rápida entonces tapamos y dejamos que cueza a fuego vivo durante aprox. 30 minutos.
Cuando abramos la olla ya la carne debe de estar bastante más tierna aunque no lo suficientemente tierna, pero eso es exactamente lo que queremos porque aún le queda más cocción.
En el caso que hayáis utilizado la bolsa para los garbanzos, estos ya deberían de estar tiernos, pues sacamos de la olla, comprobamos y reservamos si no fuese así pues de vuelta a la olla. A veces ocurre que el tocino es muy fresco y hay que retirarlo en este punto, y si lo dejamos más se nos podría deshacer.
Ahora hay que dejar que se haga el caldo y dejamos a fuego fuerte, sin tapadera de presión pero tapado con una tapadera convencional, durante una media hora y para entonces el caldo estará blanco, blanco.
Mientras esperamos pelamos una patata por comensal para la pringá y si nos gusta las zanahorias también. Antes de echar las patatas y las zanahorias en la olla comprobamos cómo está la carne, si está muy tierna la sacamos y cocemos las verduras sin la carne para que no se deshaga. Cerramos la olla y cocemos, en mi olla con unos 5 minutos es suficiente.
Pasado el tiempo de cocción de la patatas abrimos las olla y volvemos a introducir la carne, el tocino y la bolsa de garbanzos, dejamos unos minutos que hierva y ya podemos servir.
sopa de picadillo |
Para la sopa de picadillo hervimos huevo y unos fideos cabellín o si os gusta más arroz, colamos el caldo y listo.
También decir que lo que sobre del puchero lo podemos reutilizar para otras recetas. Colamos el caldo y congelamos y con la carne podemos hacer unas croquetas deliciosas, la podéis ver en el blog.
¡Hasta la próxima!
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