Peras al vino tinto

Hola a tod@s hoy os traigo otra receta de las clásicas de mi recetario. Peras al vino tino, un postre típico y muy fácil de preparar, se puede comer tanto caliente como frío de cualquier forma, riquísimas. Para esta receta es importante que las peras no estén muy maduras, pero tampoco muy verdes. Referente al vino, pues como en todas las recetas, si el vino el bueno más rica sale la receta. Yo he utilizado para mis peras al vino tinto un vino afrutado que para esta receta le viene muy bien. 

Empezamos pelando las peras, aunque no le vamos a quitar el rabito, que no solo quedan más bonitas una vez cocinadas, si no que nos van a ayudar a manipularlas. Una vez peladas, le damos un corte en la base para que podamos ponerlas de pie sin tumbarse. Introducimos en un recipiente con agua y limón, para que no se oxiden mientras preparamos el vino tinto. 

Ponemos el vino tinto en una olla, no muy grande porque necesitamos que la peras estén lo máximo posible sumergidas, pero tampoco muy pequeña porque tendremos que darles la vuelta de vez en cuando. 

Le añadimos las cáscaras de la naranja, del limón y la canela. Debemos tener en cuenta que la cáscara de los cítricos no tenga a penas, la parte blanca, pues esto le aportaría amargor, lo mejor es utilizar un pela patatas. Por último le añadimos el azúcar y movemos hasta que se disuelva bien.

Una vez se haya disuelto el azúcar, introducimos la peras en el vino, las tapamos y dejamos cocer a fuego medio durante unos 30 minutos. 

Durante el tiempo de cocción vamos dandole la vuelta a nuestras peras al vino tinto para que esté bañadas por todas partes por igual. Es muy fácil, nos iremos dando cuenta por donde están bañadas por el cambio de color. Esto lo iremos repitiendo aproximadamente cada 5 minutos hasta que las peras estén tiernas. 

El tiempo de cocción, como ya he dicho, es de aproximadamente 30 minutos, pero eso también depende de la clase de pera que vayamos a utilizar para las peras al vino tinto. Lo más practico es pinchar con un palito de brocheta y si traspasamos la pera hasta el corazón, es señal de que está lista.

Una vez tiernas las sacamos del vino y si fuese necesario, porque el vino estuviese muy liquido, lo reducimos hasta que espese y listo.

Las peras al vino tinto se pueden servir tanto frías como calientes, de las dos formas están deliciosas. A mí como más me gustan son calientes, acompañadas de helado de vainilla. Os animo a que las preparéis, os van a sorprender.

Espero que os haya gustado mi receta y hasta la próxima.