Croquetas de rabo de toro

Como muchas veces suele ocurrir que no nos comemos todo lo que cocinamos, a mi  no me gusta tirar la comida así que o bien la congelo para otra ocasión o la reciclo al otro dia en otra receta. Precisamente eso es lo que voy a hacer  hoy con lo que quedó del rabo de toro.  Ayer se me ocurrió preparar con ello unas croquetas de rabo de toro.

Croquetas de rabo de toro

Empezamos picando una cebolla muy picadita y ponemos a pochar en una sartén con un buen chorro de aceite de oliva virgen.

Mientras se pocha la cebolla, sacamos el rabo de toro de la nevera, pero como es muy gelatinoso, frío nos va a costar mucho desmenuzarlo, mejor metemos unos 30 segundos en el microondas para facilitarnos con ello la tarea.

Cuando la cebolla esté a punto de dorarse le agregamos el rabo de toro desmenuzado  mezclamos y dejamos unos minutos junto con la cebolla.

Justo a continuación le añadimos 3 cucharadas de harina, mezclamos bien y dejamos que se cocine durante unos 3 o 4 minutos para que la harina pierda el sabor a crudo.

Ahora deberíamos de echarle la leche, pero para que las croquetas estén aún más sabrosas vamos a añadirle 2 cucharadas de la salsa que también nos sobró del rabo. (El resto de la salsa la guardo para acompañar unos filetes de ternera, así no tiramos nada.)

Mezclamos bien y luego ya le podemos ir incorporado la leche poco a poco, sin dejar de mover hasta que consigamos la masa en el punto adecuado para hacer las croquetas.

Comprobamos que la masa esté bien de sal y pimienta y ponemos a enfriar en una bandeja. La masa al enfriar se va a poner algo más solida y va a ser más fácil hacer las croquetas, así que ahora esperamos un ratito.   Llegados a este punto una vez fría tapamos con un film y la dejamos en la nevera  para hacerlas al  día siguiente o seguimos dandole forma a nuestras croquetas de rabo de toro.

Buenos pues ahora toca lo más entretenido, que es hacer las croquetas. En el post de croquetas que hice con los restos del puchero podéis ver como las hago.

Una vez hechas las croquetas y empanadas podemos o bien freírlas en aceite caliente y disfrutarlas al momento o las ponemos sobre una bandeja y las metemos en el congelador para otra ocasión.  Yo las congelo en la bandeja y una vez congeladas las quito y las guardo en un tapper o en una bolsita de plástico aptas para congelador. 

Ya están listas  para tapear, como aperitivo o para la cena, incluso frías están riquísimas.

Espero que os guste y hasta la próxima!