Coliflor al horno con bechamel y gratinada, creo que a esto no hay que añadirle nada más. Creo que la coliflor dentro de la familia de las coles quizas sea la que más querida y la que más formas de preparación admite. Esta receta de hoy es muy suave y una buena guarnición tanto para pescados como para carnes.
En primer lugar limpiamos la coliflor y la preparamos, para ello le cortamos el tronco central y las hojas, el resto ya lo hacemos con las manos. Como sabeis la coliflor está compuesta de muchos ramilletes, así que vamos rompiendo con las manos al tamaño que más nos guste, yo suelo cortarlas al tamaño de una pelota de pin-pon. Ponemos en una olla y cubrimos con agua unos dos dedos por encima, echamos una pizca de sal y cocemos hasta que la coliflor este tierna.
Escurrimos y dejamos que la coliflor se atempere un poco ya que si echa mucho vapor y la ponemos en el recipiente donde vamos a hornear, este vapor se convierte en agua y nos puede estropear la receta.
Bueno pues lo dicho, una vez que la coliflor esté a temperatura ambiente la colocamos con mucho cuidado de no romper, en el recipiente apto para hornos untado con mantequilla o aceite. Podemos hacer uno familiar o bien individuales como podéis ver en las fotos. Una vez colocada la coliflor le rallamos queso Emmental por encima, se puede usar el que ya viene rallado, a mi me gusta más la textura y el sabor del recién rallado.
Reservamos la coliflor y hacemos una bechamel, si tenéis dudas podéis ver como se hace en mi post, pinchad aqui.
Cubrimos la coliflor con la salsa bechamel, volvemos a rallar queso Emmental por encima e introducimos en el horno precalentado para gratinar. Ponemos el horno en función gratinar, si tenemos varias opción marcamos la más baja, para que se dore y no se queme, en caso contrario pues simplemente hay que estar muy pendiente.
Es superfacil y muy lucido como guarnición de cualquier menu.
¡Espero que os haya gustado y hasta la próxima!
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