Bizcocho de mármol ó Kugelhopf de mármol

Hoy vamos a preparar un bizcocho de mármol o como yo siempre lo he llamado Kugelhopf de mármol. Kugelhupf o Kugelhopf, esta es la gran pregunta. Pues las dos formas son correctas, es más, incluso también le podemos llamar Bundt cake. En el fondo todos son iguales ya que su nombre le viene por el molde y no por los ingredientes y se pueden hacer de mil recetas diferentes. Alemanes y Austíiacos le llaman Kugelhupf,  sur de Alemania y Suiza Kugelhopf, yo por donde me crié siempre lo he conocido como Kugelhopf y así o lo voy a presentar. Aclarado este entuerto nos vamos a la receta, que es lo que realmente importa y que cada uno lo llame como quiera. Vamos a preparar un Kugelhopf de mármol.
Lo de mármol en el nombre, le viene por el dibujo que se origina mezclando la masa blanca con la masa de chocolate y queda como las vetas que tiene el propio mármol.
Bueno pues allá vamos con nuestra receta de hoy.

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Bizcocho de mármol ó Kugelhopf de mármol

Batimos la mantequilla o la margarina (la que tengáis a mano), que tendremos a temperatura ambiente, con el robot o con la batidora de varillas hasta que quede tipo pomada. Añadimos poco a poco el azúcar hasta que tengamos estos dos ingredientes bien ligados y seguidamente le echamos el sobre de azúcar vainillado y mezclamos bien.
En los ingredientes he puesto 3-4 huevos, bueno pues si son pequeños 4 y si son grandes ponemos 3 huevos. Cascamos los huevos en un bol aparte. Este paso es muy importante, haced esto siempre que uséis huevos, con esto evitamos que nos estropee la receta si  alguno sale malo y tengamos que tirar todo lo que tengamos preparado hasta el momento. Una vez tengamos los huevos cascados, vamos añadiendo uno a uno. Hasta que no esté bien mezclado con la masa el anterior no pasamos a echar el siguiente y así hasta el ultimo.
El siguiente paso es mezclar la harina con la levadura y la sal. Tamizamos a la vez que vamos mezclando con la masa que ya tenemos preparado. Esto lo vamos haciendo poco a poco hasta terminar con toda la mezcla de harina.
Cuando ya tengamos la harina incorporada en la masa, viene un paso muy importante. Tenemos que comprobar la textura de la masa. No tiene que estar demasiado espesa, para comprobar su punto óptimo cogemos una buena porción con una cuchara, la ponemos vertical y  hacemos el intento de que caiga de ella con dificultad.  Si no cae tenemos que añadirle un poquito de leche y volvemos a mezclar hasta que consigamos el espesor deseado. De los 125 ml que he puesto en los ingredientes por regla general no se usa ni la mitad, pero como no siempre sale igual he puesto bastante margen.
En la tercera foto de abajo podéis ver como debe quedar.
Untamos el molde con mantequilla y espolvoreamos con harina. En este tipo de molde hay que tener bien en cuenta que la grasa llegue a todos los rincones para que no se nos pegue el bizcocho al hornearlo y nos estropee el dibujo que nos va a proporcionar el molde.
En el mercado podemos encontrar sprays antiadherentes para moldes, no es barato pero os prometo que a la larga  merece la pena, ya que  se desmolda sin problemas respetando todos los relieves que tenga el molde. Yo utilizo el de la marca Dübor y es ideal para este tipo de moldes.
Buenos pues una vez untado el molde, lo llenamos con la mitad de la masa que hemos preparado y con el resto vamos a preparar la masa de chocolate.
A la masa restante le añadimos el cacao en polvo, el azúcar y mezclamos bien hasta que los nuevos ingredientes hayan quedado bien integrado en la masa anterior.
Al añadirle nuevos ingredientes secos a la masa, esta se vuelve a espesar un poco, así que tenemos que volver a conseguir la textura anterior. Para ello le echamos unas cucharadas de leche y mezclamos bien hasta que vuelva a caer de la cuchara como antes.
Volcamos la masa de chocolate en el molde, uniformemente, sobre la blanca . Ahora vamos a hacer el dibujo mármol. Para ello cogemos un tenedor, pinchamos la masa y vamos haciendo movimientos envolventes tipo espiral alrededor del molde, de esta forma mezclamos las dos masas y nos dará el dibujo deseado. Este proceso solo lo haremos una vez o máximo dos, si no nos queda satisfactorio, pero con una es suficiente.  Y bueno, pues ya sólo nos queda hornear.
Con el horno precalentado a 200 grados, introducimos nuestro Kugelhopf y horneamos entre 175-200 grados durante 50-60 minutos. Los tiempos pueden variar ya que como sabemos, no todos los hornos son iguales. Diez minutos antes del tiempo máximo, pinchamos con un palillo de pinchitos y si sale limpio, el bizcocho está listo. En cambio, si sale manchado de masa aun le queda un pelín, a partir de entonces comprobamos cada 5 minutos.
Cuando tengamos el bizcocho listo, lo sacamos del horno y dejamos reposar dentro del molde hasta que se enfríe.
Desmoldemos y dejamos enfriar del todo sobre una rejilla y ya frió espolvoreamos con azúcar glas ó si queréis también le viene muy bien bañar con una cobertura de chocolate. Pero eso ya os lo dejo a ustedes.
Bizcocho mármol o Kugelhopf mármol
Ya está listo nuestro Kugelhopf mármol. Está riquísimo ya veréis.
Podéis hacer esta receta con los mismos ingredientes en  un molde de bizcocho estándar y queda igual de rico.
¡Espero que os guste y hasta la próxima!

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