Almejas al ajillo, os propongo hoy esta receta porque creo que dentro de todas las formas que hay de preparar almejas, esta es no sólo la más tradicional si no también la más fácil, la más económica y la más light. Según el vox-populi se dice que en los meses que no tenga la letra «R» no se deben consumir, como estamos en noviembre aprovechamos y manos a la obra, están simplemente riquísimas.
Lo primero y muy importante, no comprar almejas que veáis que están abiertas, pueden estar muertas o toxicas.
Para empezar hay que saber que las almejas suelen conservar en su interior arena de la playa y que una vez cocinadas pueden estropear el plato. Para que esto no ocurra vamos a retirar la arena de su interior sin abrirlas.
Ponemos en un recipiente la suficiente agua para cubrir las almejas y le echamos abundante sal. El agua debe de estar muy salada como el agua del mar. Movemos hasta que la sal esté completamente diluida y ponemos dentro las almejas durante 1-2 horas, o bien toda la noche en la nevera. Conforme va pasando el tiempo veréis como empieza a salir una lengua de la concha y escupen la arena.
Una vez purgadas las almejas, pelamos los ajos y los fileteamos, reservando unos pocos con cascara. Ponemos un chorrito de aceite de oliva en una olla baja y doramos un poquito los ajos. Escurrimos las almejas y enjuagamos bien para eliminar cualquier resto de arena y que no afecte a nuestras almejas al ajillo.
Añadimos las almejas a los ajos que hemos dorado y dejamos que se vayan abriendo. Vais moviendo y veréis, no solo como cambian de color si no que también van soltando el agua que llevan dentro.
Cuando tengamos claro que todas las almejas están abiertas, le añadimos el vino blanco. No es necesario decir, que si mejor es el vino, más ricas van a estar.
Dejamos cocinar durante unos 10 minutos y veremos que la salsa va cogiendo un color blanquecino, señal de que ya están listas las almejas al ajillo.
Como habéis visto no le he puesto sal, no es necesario ya que el vino y las propias almejas se encargan de eso. De todas formas eso es a gusto de cada uno.
Antes de servir, espolvoreamos con perejil picadito y a disfrutar haciendo barquitos de pan en la salsa.
Espero que os haya gustado las almejas al ajillo, ya que esta receta es ideal para las dietas por su bajo contenido en grasa, además con un gran aporte en vitaminas y minerales.
¡Hasta la próxima!
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