Cordero al horno

Hoy toca cordero al horno, para el cual no necesitamos tener mucha maña en la cocina y aún así no dejar de triunfar.  Pues vamos allá.

En primer lugar vamos a preparar el majado que le vamos a echar al cordero al horno.

En un mortero ponemos los ajos pelados y cortados en rodajas, la sal y dos cucharaditas, tamaño café, de tomillo. Si es fresco mejor, si no en su lugar seco también vale, yo he usado seco.

Machacamos bien con el mazo, le añadimos el vino blanco, movemos y reservamos.

Ahora vamos a lavar las piezas bajo el grifo para eliminar cualquier resto de sangre que pueda quedar en las mismas, luego retiramos algún exceso de grasa.

Perfecto sería tener una cazuela de barro para cocinar las piernas en el horno,  pero como yo no dispongo de una, voy a usar la que tengo que es de acero y también vale.

Buenos pues ponemos un buen chorro de aceite de oliva en el fondo de la cazuela,  introducimos el cordero, salpimentamos y le untamos el majado de ajo y tomillo que hemos preparado anteriormente.

Tapamos con un film y dejamos reposar aproximadamente unas dos horas.

Precalentamos el horno a 150 grados e introducimos el cordero en él, con la piel para arriba. Como podéis ver la temperatura no es muy alta, ya que debe de cocinarse a fuego bastante lento. El tiempo puede estar ,según el horno, entre 2 horas y media hasta casi 3 horas.

Muy importante, no debemos de dejar en ningún momento de vigilar la carne y cada 10 – 15 minutos rociar con el jugo.

Casi a la mitad le vamos a dar la vuelta a las piernas de cordero para que también se vayan dorando por la cara opuesta.

A un cuarto de hora de terminar la cocción le volvemos a dar la vuelta, subimos el horno a 180 grados y por la parte de la piel, dejamos que se dore y se ponga crujiente.

Se puede acompañar con gratin de patatas o  unas patatas a lo pobre.

Cordero al horno, sin duda un plato con el que nadie se va a quedar indiferente.

¡Espero que os guste y hasta la próxima!